INTUICIÓN
Intuía que tenia una amante, una mujer a la que buscaba con mi alma sin corazón y para saciar la fuerza de mis venas, lo hacía cuando ponía excusas en mis llegadas tarde, cuando me alejaba de sus deseos, de su calor y se daba cuenta al sentir la fragancia de otro perfume en mi camisa y las marcas de las uñas sobre mi pecho que no podía esconder.
Me pagaba en su silencio o escasas palabras que salían de su boca y se daba vueltas de mi lado para tirarme enima de mi conciencia toda la verdad... -"Estoy cansada hoy"-"Dejémos para mañana"- "Te esperé para la cena"- Y solo abría las heridas que lastimaban su corazón al creer que todo estaba bien y continuar en una escena que llegaría inevitable a su final.
Sabía que estaba despierta, que no estaba cansada, que el insomnio hace días era el dueño de sus noches de tristeza e impotencia y que usaba las armas que tenía a su alcance porque no merecía semejante desprecio de su hombre y porque ella jamás mancharía su alma, un alma limpia, un alma pura, pero no como la mía.