Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era casi asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma hecha un ovillo.
Estaba llegando a mi casa cuando recibí un mensaje de mi novio.
Amor:
Cariño, llegaré un poco tarde estoy un poco ocupado con el trabajo, disculpame.
Yo:
No te preocupes corazón, haz lo que tienes que hacer yo estoy llegando a la casa, así que no te preocupes.
Amor:
Gracias, cariño. Nos vemos más tarde en casa, te quiero.
Yo:
Está bien, también te quiero.
Y con eso termine la conversación con Esteban.
Llegue a casa, estacione la camioneta y baje de ella para entrar en el edificio en dónde se encuentra mi departamento, el cual comparto con mi novio.
Al entrar dejo las llaves en la mesa y me dirijo a mi habitación, dónde me quito los tacones y me dirijo a mi baño a darme una ducha y colocarme algo más cómodo.
Luego de una ducha refrescante, me coloco un vestido pegado hasta la cintura y suelto en la falda, rosado de tirante. Sencillo pero bonito, me coloco unas sandalias bajas y me recojo mi cabello castaño en una cola alta, soy de tes blanca y mido más o menos 1.75.
Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina a preparar la cena, para cuando llegue Esteban cenar juntos. Hace unos días que no lo hacemos porque él llega muy tarde y para cuando llega yo estoy dormida. Pero está vez decidí esperarlo.
Empiezo a preparar algo ligero pero delicioso, cuando mi celular empieza a sonar y lo tomo. Es mi hermana Lorena.
Llamada:
—Hola — contesto
—Hola, Laura. Cómo estás? — pregunta y por su tono de voz puedo asegurar que está molesta o mejor dicho hechando humo por las orejas.
—Bien, Lore. Pero por lo que escucho tu no tanto.— respondo y ella suspira.
—Tienes toda la razón, no estoy bien.— la escucho soltar una bocanada de aire, antes de volver a hablar — hermana, necesito que vengas al club "Diamante", me urgen.
—Para?— pregunté, ella sabe que no me gusta salir de casa luego de que llegó del trabajo cansada y menos de imprevisto.
O esa es la excusa que uso para simplemente no salir.
—Prefiero decirtelo en persona, porque sino, no me vas a creer. Por favor.— me regua, vale es algo urgentisimo.
—Sabes que no iré a menos que me digas para que. — simplemente no quiero ir y a lo mejor es por una tontería.
—Pues si quieres que te lo diga, bien. Trae tu bonito tracero aquí para que veas cómo tú queridísimo novio se besuquea con otra.— al decir aquello mi paralice por completo, y solo una cosas se me vino a la mente. Tengo que verlo yo misma.
—Voy para allá. — colgué luego de decir eso y me fui corriendo a cambiarme.
Fin de la llamada.
Si eso era cierto y encontraba a Esteban en esas, me las iba a pagar con intereses. Y por supuesto que no iré mal arreglada para nada todo lo contrario, iré como lo que soy una reina.
Me coloco un vestido ajustado que marca a la perfección mis curvas, color negro con un escote en la espalda y de mangas largas. Uno tacones de aguja del mismo color, solté mi cabello y con un maquillaje sencillo pero resaltando mis ojos grises, estaba lista.
Tome mi bolso y las llaves del departamento y la camioneta.
Baje a toda prisa, encendiendo la camioneta y conduje hasta el club.
Cinco minutos después estaba estacionado enfrente de este, el cual como siempre estaba atestado de personas.
Entro y empiezo a buscar a mi hermana, la encuentro en la barra con Mike su prometido. Me acerco a ellos.
Al acercarme ellos se percatan de mi precencia.
—Dios eso fue rápido.— dijo mi hermana.
—Y esperabas que me demora sabiendo lo que sé.— cuestione.
—Vale tienes razón.
—Donde está?— pregunté.
—Segundo piso, mesa tres.— responde Mike — se encuentra con Antoni y uno de sus nuevos socios celebrando, y junto a ellos tienen la compañía de unas mujeres.
Cuando Mike me empieza a explicar dónde está y por qué, mi sangre hierve y solo quiero ir a ver si de verdad la está pasando bien con esa mujer.
—Bien, ya vuelvo.— digo y empiezo a caminar rumbo a la escalera.
—Espera!— me detiene Lore.
—Qué?
—No puedes subir a menos que tengas reservación aquí, por qué crees que no he subido?— pregunta.
—Si es así, no hay problema. Me dejarán subir.— dije muy segura