Cómo recuerdo cuando acuñaron aquello de Nueva Normalidad, allá por junio del 2020. Vi claramente el peligro y entonces todo terminó de encajar, uniéndose a aquél "no recuperaremos la normalidad hasta que lleguen las vacunas", espetado por el mismo psicópata el 17 de marzo del mismo año. Fue la confirmación temida de un giro definitivo hacia el infierno. Son unos asquerosos hijos de la Bestia. Sólo un desalmado que además sea imbécil, podría vivir cómodo en un mundo de pesadilla en el que él mismo haya contribuido en su destrucción a cambio de dinero o poder. Y eso es lo que son, imbéciles desalmados, no sólo desalmados. Porque son imbéciles. Y su Nueva Normalidad satánica es ya una niña-engendro de cinco años con dientes crecidos que muerde, cosa que ni ellos mismos se hubieren imaginado hace un lustro, repitiendo mantras y consignas como autómatas. Usan a larvados idiotas y miserables para decir frases que en ocasiones cambian el curso de la historia y el devenir de los pueblos drásticamente. Es un mundo regido por demonios. No me cabe ninguna duda.