Quizás después de aquel doloroso episodio me quedé con el miedo de ser vulnerable y que volvieran a abandonarme con todos mis sentimientos desbordándose de mi ser. Pero la presa se ha roto y el agua a comenzado a correr, quizás tenga que afrontar la sequía de nuevo más tarde, y no me importa, porque nuevamente estoy dispuesta a correr el riesgo.