Nunca me dijeron que a los 18 se pasaban sin amigos y con el corazón roto. De tanto esperar de gente, poco a poco me agoto pero sonriendo en la fotos. Trato de ver en el lado bueno de todo, aunque des todo por alguien, no recibes del mismo modo. Se suponía que iba a estar bien pero no me siento así.
No puedes salvar a nadie. Puedes estar a su lado; ofrecer tu estabilidad, tú sensatez, tu paz. Puedes compartir tu viaje con ellos; ofrecer tu perspectiva pero no puedes eliminar su dolor. No puedes caminar su sendero con ellos, no puedes ofrecerles respuestas que puedan procesar en este preciso instante. Deberán hallar sus propias respuestas, en su propio tiempo.
¿A quién le cuento que me estoy muriendo? No encuentro luz casi en ningún momento. Las experiencias matan con el tiempo. Me volví frío y el vacío en mi interior no hay quien lo cambie, casi siempre me acuesto tarde.
No tengo quien pueda escucharme, pero si Dios lo hace pido que mi cuerpo salve y que limpie mi rostro, porque ya no me reconozco. Que sane mi corazón roto que no quiero volverme loco.
A veces siento que hay cosas que no tienen solución, nunca me sentí tan sola como en esta habitación. Cuanta gente me falló, cuanto aguanta el corazón ¿Cuánto tiempo tiene que pasar pa' estar mejor?
Extraño la que fui, antes de todo esto que viví. ¿Cómo regreso? ¿Cómo recuerdo que es ser feliz? No me pregunten nada, déjenme. ¿Cómo te explico? Si ni yo lo sé Porfa no me digan que exageré, no saben por lo mucho que pasé.