Por otro lado, cabe preguntarse si, al caer políticamente el sistema, se puede jaquear la legalidad para quitarle las empresas privadas a los militares. Posibilidad que se complica porque estos militares no han hecho los negocios solos, sino que junto con grandes capitales no cubanos. Mero ejemplo: el hotel X, propiedad de Gaesa explotado por la compañía Y (del primer mundo) está en un terreno de Gaesa. Tumbar el negocio hotelero ahí sería afectar también a una empresa extranjera (diferente de los militares). Ahí entonces hay ya más intereses en juego. Ergo, influencia en política.
Es decir, en su esquema de negocios, los militares han creado alianzas y socios que también se verían afectados con la expropiación de Gaesa y sus negocios. Eso no los hace infalibles, pero dificulta más las cosas.
Resumen: ya todo lo rentable o que da billete: hacer hoteles, rentar hoteles, el suelo, las remesas, la banca financiera funciona con alianzas de Gaesa y capital extranjero, algunos tan importantes como BBI.