“Notas sobre el financiamiento de las pymes en Cuba y su relación con los bancos del país”
Función de un banco: canalizar recursos financieros de los que los tienen a los que lo podrían necesitar. Es la fuente de financiamiento por excelencia. Desde tiempos inmemoriales, los grandes proyectos se llevan con dinero que adelanta alguien. (Obvio)
Además, el crédito no solo costea la inversión, sino que la condiciona en términos de hacia dónde va, ya que las cláusulas del crédito hacen que el negocio se adapte: cuotas de empleo, cuotas de metas medioambientales, etc.
En los últimos 10 años alrededor de 20 académicos cubanos han realizado publicaciones especializadas demostrando la relación entre el crédito bancario y el desarrollo del país.
Fuera de Cuba:
1. Existen sistemas públicos de financiamiento para el fomento de los
emprendimiento
2. Las instituciones financieras especializadas diseñan productos y servicios
específicos para estos actores económicos
3. Existe la asesoría y el acompañamiento.
4. Hay gestores de crédito que buscan a las pymes, no al revés.
5. El personal bancario que atiende las mipymes recibe una capacitación especializada.
6. El financiamiento a las mipymes incluye las miradas sociales y ambientales.
7. El énfasis es en otorgar un crédito responsable de cara al desarrollo sostenible.
8. Es muy frecuente el desarrollo de programas de educación financiera de los emprendedores.
En el caso de Cuba (hechos, no opinión)
Un estudio de casos sobre 15 pymes, entrevistas a profundidad a 11 pymes, información del banco central, encuentros con especialistas, emprendedores y gobiernos locales, trabajo grupal con expertos de la Onat, entre otros actores informados sobre el tema, sirvieron de base a una investigación de la que extraigo estos resultados cualitativos:
1. No hay diferenciación en la oferta a las mipymes: no existen productos y servicios adaptados a sus particularidades y su tamaño
2. Reciben el mismo tratamiento y procedimientos de evaluación de riesgos que las empresas estatales.
3. No acceden a las garantías exigidas y, por lo tanto, con frecuencia quedan excluidas del financiamiento crediticio.
4. Los emprendimientos que inician, muchas veces no tienen todavía la infraestructura necesaria para firmar contratos. No pueden acceder antes de empezar dadas las normas del banco.
5. No existen fondos públicos de fomento que ayuden a respaldar los créditos
6. Hay poca comprensión de la dinámica de estos actores económicos
por parte de las instituciones financieras cubanas, acostumbradas al
trato con empresas estatales
7. No existe una política nacional integral de financiamiento que considere las diferentes fuentes financieras y apoye el desarrollo efectivo de capacidades financieras para la creación, crecimiento y sostenibilidad de las pymes.
8. La estructura es muy lenta debido a la burocracia. Retrasa los otorgamientos.
9. No existe una política crediticia diferenciada por tamaño del negocio, actividad, territorios, y demás.
10. Hay una insuficiente utilización de mecanismos financieros propios del microcrédito para desarrollar y estimular el sector.
11. Hay restricciones al financiamiento en MLC por la situación
financiera del país.
12. Existe una pobre cultura financiera y de solicitud de créditos en las pymes. No hay un programa estatal de capacitación que las prepare.
13. Hay falta de confianza en las instituciones bancarias