De la nada, recordé como me abrazaba,
Era un amarre tan fuerte, que pareciera que temía que me fuera.
No le encontraba lógica,
Incluso, a veces, me daba gracia, la potencia asfixiante de su agarre.
Y así eran todos y cada uno de sus abrazos,
No entendía por qué
¿ Por qué esa inexplicable, al parecer, necesidad de aferrarse a mi presencia?
Podría jurar que en el fondo, quería llorar,
O esa es la impresión que me dan sus agarres desesperados.
Es como si quisiera fusionar mi esencia con su cuerpo,
Para nunca perder mi persona.
Pero lo que para mí era un sinsentido, derrepente llegó a mi mente cuando fuí yo la que desesperadamente necesitaba impregnarme a alguien,
Cuando era yo la que rogaba porque alguien se quedara conmigo,
Y que un abrazo no era suficiente,
Más que la ropa, sobraba la piel.
Recordé cuando era yo la que imploraba porque ese alguien me diera algo más que compañía y consuelo.
A veces, un abrazo, está revelando mucho más que la química que emana del cuerpo.
A veces en un abrazo,
Dos almas, finalmente se están fusionando.
✨🌕| @LunaLlenaFrases.