Clara reflexionaba sobre la vida, su vida. No podía ser más diferente a la de las demás chicas de su edad. Todas salían de fiesta, de cafeterías, a dar paseos con otras chicas de su edad y ella lo más parecido que hace es pasear con su abuela del brazo a paso de tortuga. No es que no le guste pasear con su abuela, pero le gustaría tener amistades, trabajo y quizás un novio que le haga pensar que es independiente. Dentro de poco menos de un mes cumplirá 22 años y todavía no ha tenido un novio y un grupo de amigas. Miento, lo ha hecho en el colegio, en primaria, pero no sabe lo que es quedar después de clase o el trabajo con alguien , entre otras cosas porque no ha tenido un trabajo remunerado nunca. Y después del instituto no podía más que hacer los deberes, las tareas de casa y cuidar a su abuela, pues su madre trabajaba y la abuela es muy mayor para dejarla sola. «Hoy llueve, no habrá paseo, toca pensar en como mantener entretenida a la abuela, quizá así no haga preguntas extrañas. Últimamente se le va un poco la cabeza. Quizá sea bueno jugar al juego de formar palabras, eso ejercitará su mente, pero es que no me apetece jugar yo también... Mejor le doy las sopas de letras, y yo me leo un libro. » pensó Clara mirando por la ventana caer la lluvia sobre los coches de la carretera y el jardín que precedían a la ventana. @literaturaconandylopez