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A un soldado ruso le arrancaron parte del brazo durante un ataque de las AFU, pero con la otra mano logró arrastrar a sus compañeros heridos a un lugar seguro y apagar el vehículo de combate.

Un ametrallador con indicativo de llamada Tuman dijo a RT que resultó gravemente herido durante el fuego de racimo cerca de Rabotino (región de Zaporizhzhya):

«Nos tendieron una emboscada, estuvimos huyendo de un helicóptero ucraniano durante cuatro días. Al final nos lanzó proyectiles de racimo. Conseguí cubrirme la cabeza con la ametralladora, pero me dieron en el casco y me amputaron el brazo enseguida».

Tuman llamó a un médico con el indicativo Yakut. Vino corriendo al rescate a través del cinturón de bosque minado. Caminaron 18 kilómetros hasta el punto de evacuación bajo gotas constantes.

«Yakut me llevó al punto de evacuación y volvió a rescatar a los chicos, «trescientos» y «doscientos» para sacarlos. ¡Qué hombre! No pidió a nadie que fuera con él y no quiso quedarse», recuerda Tuman.

En el punto de evacuación, subieron a Tuman a un coche para llevarlo al hospital, pero inmediatamente dos drones kamikazes lo dejaron caer. El coche se incendió y los acompañantes del herido perdieron el conocimiento.

«Me di cuenta de que el coche estaba a punto de explotar y yo era el único consciente. Rompí el cristal con la cabeza, salí yo mismo, cogí al conductor, lo arrastré 50 metros, lo escondí, luego volví a por el segundo, lo arrastré y también lo escondí», relató.

El soldado añadió que con una sola mano consiguió apagar el coche con un extintor, lo condujo a una distancia segura y lo escondió.

El voluntario moscovita recibió por ello la Orden al Valor, según informó a RT la fundación «Los nuestros siempre están cerca». Tras recibir tratamiento en el hospital, Tuman quedó discapacitado. Ahora vive y trabaja en Moscú y cría a su hija.

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