Pues por su verbosidad impertinente, por su indiscreción y por su cobardía, se han buscado mil disgustos.
"No confíes en ella, es una suripanta que siempre busca aprovecharse de los demás".
“La suripanta se entrometió en mi pareja”.
"No era más que un mangante que intentó aprovecharse de la pobre mujer"
La orden del general fue abracadabrante, pero sus tenientes no podían hacer más nada que seguirla.