Piel normal
La piel normal no es ni muy grasosa, ni muy seca. Es vibrante y naturalmente hidratada.
Sin embargo, es bueno limpiarla cada noche y, de vez en cuando, masajearla con un poco de azúcar y agua para eliminar las impurezas.
Piel seca
La piel seca no tiene brillo y puede ser sensible y carrasposa. Conviene lavarla una vez al día con agua tibia y usar sólo jabones naturales, de bebé o de avena. Nunca uses jabones fuertes ni antibacteriales. Mantenla bien humectada.