—¿Por qué vives en ese piso teniendo esta casa?
Porque no podía soportar seguir viviendo bajo el mismo techo que mi padre. Y porque ese piso me encantaba.
Y porque en ese piso tenía a cierta señorita durmiendo conmigo cada noche, también.
—Me gusta ese piso.
—Pero... ¡aquí tienes todo esto!
—Y ahí te tengo a ti.