. . . Cada noche en mis sueños
apareces y prendes un cigarrillo
y susurras en mi oído. . .
¿Ya lo pensaste ? Y cada noche
te respondo lo mismo, que tiene
mi alma que tanto la deseas, y
apesadumbrado respondes.
Se la entregaste a alguien mucho
peor que yo, así que porque a mí no. . .