#CienciaEnTuBolsillo
⚛️ | Localizar las áreas vitales y relativamente raras de vegetación submarina puede ser difícil. Un equipo de ecólogos marinos ha descubierto que las tortugas marinas que se alimentan de praderas pueden guiar a los investigadores hacia las praderas de manera mucho más confiable que las imágenes satelitales.
🌱 Las praderas marinas sustentan a una gran cantidad de animales marinos, absorben dióxido de carbono y entierran de forma semipermanente una gran cantidad de carbono, conocido como carbono azul. Un estudio estimó que las praderas marinas representan alrededor del 10% de la actividad de enterramiento de carbono del océano cada año, a pesar de que solo ocupan el 0,2% de su superficie .
🔎 Los científicos llevan tiempo cartografiando hábitats importantes en tierra mediante satélites y teledetección, pero cuando se trata de hábitats submarinos hay problemas. La luz apenas penetra unos pocos metros por debajo de la superficie, por lo que los satélites no pueden ver las praderas marinas más profundas. Las imágenes aéreas también tienen problemas para distinguir entre praderas marinas y otras manchas verdes submarinas, como macroalgas.
🐢 Hugo Mann y Carlos Duarte, ecólogos marinos de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá, junto a sus colegas recurrieron a una idea diferente para cartografiar las praderas marinas: rastrear a los animales que las buscan de forma natural. Aunque primero se eligió a los tiburones tigre, las tortugas verdes (Chelonia mydas) tienen varias ventajas sobre estos: recorren grandes áreas, se alimentan casi exclusivamente de praderas marinas y se las puede marcar con transmisores satelitales con relativa facilidad cuando llegan a la costa para anidar.
📌 Los investigadores rastrearon el movimiento de cada tortuga durante un año. Cuando el camino de una tortuga se cruzaba sobre sí mismo varias veces en el mismo lugar, los científicos asumieron que había una pradera marina en ese lugar. En total, marcaron 34 parches de pastos marinos que nunca se habían registrado antes. Un tercio de ellos se encontraban a más de 8 metros de profundidad.
✅ Los investigadores confirmaron que había pastos marinos en todos los lugares que buscaron (22), un total de 14 parches distintos. El método podría mejorar los esfuerzos de conservación de las tortugas verdes. Si los científicos conocen los hábitats más frecuentados por los animales, pueden priorizar su marcación como áreas protegidas.
📍 Fuente:
Science