Gitanita:
Ella, morenita de tiempos modernos, con pantalones rotos y cabellos revueltos; fría, por fuera y por dentro, negando a cada paso mi sed de amarla. Andaba de vuelta en vuelta por esta vida de colores, sacando tierra a puñados de los más errantes pasos de sus sentimientos encadenados; y se dio de puntas al tacón con la esquina de mi músculo cardíaco, entonces fue cuando intenté desatarle las cadenas a lo que sentía y poder querer.
Estoy seguro de que sus emociones un día más que otra la invitan a caer, esos días en los que ni ella misma se aguanta, y entonces nos hablamos otra vez, ni siquiera nos miramos y a su mente llega como llama de cohete la palabra Él.
Él, yo/ le decía lo linda que es, pero tiene alas, aunque no sabe volar, solo le teme a que me presente como un intruso, un cobarde de aquellos que se convirtieron en un forajido más.
A que cuando pasa el tiempo, te das cuenta Gitanita linda, que me sujeto a tus estrellas, y dejo tu luna brillar, que te quiero a morir, pero amar, en amar te hago vivir. Pero sigue siendo libre, de alma y tierra, esas del corazón, déjame ocuparme a mí, que de seguro te va gustar.
Se que tú aldea vive en ti, que miras sin miedo y si sonríes quizás hasta logres hacer llover, pero cuando pensaste que iba huir de ese carácter que tienes, solo me repetí otra vez: morenita de esas que pensé ya no existían, valla tesoro que encontré.
Gitanita, morenita, con esos labios que precipitan, y esos ojos que deslumbran, fiel creyente del amor a la antigua, desechas a los príncipes, pero algo me dice que te quedas conmigo a que te escriba 100.
Dame páginas para llenar tu vida, que la tinta siempre me va alcanzar, pa’ seguir escribiendo de ti, y que sigas siendo mi musa real. Así de casualidades, un día contigo me fui a topar, que no te pedí, pero jamás te voy a soltar.
Ven Gitanita cruel, cántame esa canción que solo tu sabes entonar, mientras yo me anido en tu pecho y mañana; mañana tu y yo aprendemos a volar.
@i_am_edumontoya